En muchas ocasiones las casas no están aisladas del ruido de la calle o de otros vecinos, por lo que es muy fácil que los sonidos “atraviesen” ventanas y paredes y se vuelva difícil la armonía, convivencia y descanso al interior de nuestro hogar.

Por eso, una de las opciones más sencillas y comprobadas por los expertos es la colocación de una segunda ventana, pues, en la práctica, los vidrios antiruido o de aislamiento acústico son elaborados de la misma manera.

El primer punto por contemplar es el económico. Las ventanas son estructuras caras y en muchas ocasiones no resulta fácil siquiera cambiar nuestras ventanas actuales. Por eso, si tenemos el presupuesto para poner una segunda ventana, hagámoslo.

El espacio es otro factor a tomar en cuenta. Debido a que todas las casas se construyen pensando en la colocación de una sola ventana, el espacio para colocar una segunda no suele ser el adecuado o, en su defecto, es muy poco y deberá removerse la ventana original para lograr más espacio.

Recuerda que la principal molestia del ruido exterior se presenta al dormir. Si los ruidos generados afuera de tu domicilio son muy frecuentes y fuertes, al punto de no permitirse conciliar el sueño, sí debes tomar en cuenta la recomendación de esta segunda ventana para generar un efecto insonorizador para tu cuerpo.

No olvides que la falta de sueño provoca estrés y depresión en las personas. Evita estos problemas y cuida tu salud.

Fuente: comoinsonorizar.com